Por Miquel Fernández (OACU) Las ciudades que aspiran a ser globales deben, ante todo, distinguirse. Para ello se ha recurrido canónicamente a la cultura. Entendida ésta no en el sentido antropológico, es decir, aquello que hace la gente corriente en un día cualquiera: cómo se organiza el abastecimiento, cómo se enfrenta la contingencia o a qué dioses adoran. La cultura pensadaSigue leyendo «El estilete de la cultura contra el Raval. De expiaciones y especulaciones»